Me sentí muy agradecida al pasar un par de días disfrutando de la relajación, la tranquilidad y el contacto con la naturaleza que ofrece Montecito Beach Village. Mi visita resultó perfecta. Comida increíble, una playa casi privada exclusivamente para mí y un personal muy amable y acogedor. Pocos desarrollos de viviendas de este tipo logran crear una atmósfera armoniosa junto con la naturaleza. Muchos de los materiales utilizados para la construcción de Montecito Beach Village son los mismos que se pueden encontrar en esta región costera. Desde cualquier ángulo, pasé el mejor día viendo las olas romperse en la orilla del mar y dejando divagarami mente. No veo la hora de regresar.

Si desea explorar más de mi vida fuera de las zapatillas de ballet, visite mi blog www.anotherpointe.com o el feed @gretaelizondo de instagram te darán una idea del estilo de vida fuera de servicio de una bailarina.

– Greta Elizondo